Antes de empezar
las clases que dicto, dedico unos 15 minutos para discutir libremente asuntos
de actualidad, tratando de relacionarnos con algunos de los temas que abordamos
en el curso que corresponde. Así hace unas semanas estábamos hablando del racismo,
clasismo y machismo de la sociedad y de la forma en la que en el mundo se
eligen autoridades o gobernantes que tienen esas características; y se les
elige a pesar de la lucha que existe en el mundo actual justamente por
desterrar esas taras de la sociedad. Durante la conversación uno de los muchachos
me pregunta: ”Profe, ¿cómo así llega alguien como el señor Bolsonaro a ser
presidente de un país tan importante como Brasil.” En ese momento
traté de esbozar una respuesta lo más coherente y razonable posible, y uno de los
muchachos comentó que, según lo que había leído sobre ese personaje, Bolsonaro sería
capaz de vender a su madre si creyera que eso era necesario para lograr sus
objetivos; algunas risas se produjeron y luego continuamos con la sesión.
Una semana y unos
pocos días después de esa discusión llegan las noticias de los incendios en la
amazonia. Revisé un poco de información y no pude dejar de pensar en lo que
comentó mi alumno en el salón: “es capaz de vender a su madre”, ahora sé que
nada se ajusta a la realidad tanto como ese comentario; el señor Bolsonaro está,
literalmente, vendiendo a su madre, no la de vientre, si no esa madre que
termina siendo también la madre de todos nosotros, la madre tierra; y lo peor
de todo es que no tuvo reparos en varios momento de señalar abiertamente sus
intenciones de hacerlo.
Y cómo llega un
país a elegir como gobernante a un hombre como ese, y aquí cabe mencionar que
eso no sucede únicamente en países como el nuestro o subdesarrollados, sucede
en todo el mundo; podrían conjeturarse varias hipótesis sobre el tema, la
discusión se extendería y quizás no se llegaría a un consenso.
Bien, al margen
de las razones especificas del porque se eligió a Bolsonaro en Brasil dado su
propio contexto, creo que al momento de elegir a personajes que abiertamente brindan
discursos que de alguna forma u otra esconden lo peor de la sociedad en términos
de desigualdad e injusticia; existe, según mi modo de ver, una razón común, cuál
es, pues que estos personajes rompen el esquema de lo establecido, y que hasta
el momento de la nueva elección no ha dado los resultados que se esperaban, sea
por corrupción, por aumento de la inseguridad, cuidado de las fronteras o
cualquiera de esas circunstancias que se toman de referencia para determinar la
eficiencia o no de un gobierno.
Es sobre la base
de esas circunstancias que surgen estos personajes, que al romper el esquema de
lo establecido hasta ese momento como “correcto” y que no ha dado resultados
esperados, capitaliza el descontento de la masa electora con un discurso que
ataca abiertamente a aquellos factores que han generado precisamente ese
descontento masivo. Es pues así que la masa, podemos llamarle hasta turba, votante
se enfoca únicamente en esos aspectos, los generadores de su descontento, dejando
de notar que tras ellos se esconden intereses que van mucho más allá de la búsqueda
del progreso de las naciones. Y aquí hay que dejar notar que no se trata de
alguna dirección política en particular, los hay tan locos, ambiciosos y despiadados
de derecha como Bolsonaro, como locos, ambiciosos, despiadados de izquierda como
Maduro.
No se trata de
una ideología o tendencia política en particular, que si bien es cierto y demostrado está, algunas
han contribuido más a la pobreza de las naciones que otras; se trata de que el
electorado no es capaz de ir más allá del discurso, se trata de que las
personas han perdido mucha capacidad de análisis, dejándose llevar por el
descontento; se trata de que el mismo sistema y orden del mundo actual deja
poco espacio para ese tipo de discernimientos, y entrena poco a la gente para
ello.
El practicismo buscado en el mundo actual, va desde ámbitos tan absurdos como vender fruta
empaquetada y cortada, hasta el poco entrenamiento de nuestros hijos y de
nosotros mismos, en el análisis y juicio crítico; es esa ideología facilista la que elige a los Bolsonaros del mundo.
Roberto Álvaro
Mollendo, 23/08/2019
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